LOS UNIVERSITARIOS ESTADOUNIDENSES SE AHOGAN EN PRÉSTAMOS

10.01.2012 15:52

 

bÁRBARA CELIS

En EE.UU existen pocas cosas tan sagradas como el contrato. Y repudiarlo es algo similar a herejía. “Es un tipo de obligación que llevamos impresa en nuestro ADN”. Pero Andrew Ross, profesor de Sociología en la New York University, lleva incitando ese sacrilegio desde que en Octubre decidió dar una charla en el contexto del movimiento Ocupa WALL STREET titulado “¿La deuda universitaria es un contrato?” En el atrio del Deutsche Bank en Wall Street, Ross detalló la gravedad de la deuda universitaria estadounidense, que supera el billón de dólares (786.163.522 euros), los cálculos que vaticinan que 1 de cada 5 estudiantes será perseguido por impago – en 2005 se les prohibió declararse en quiebra-, dejó claro que el sistema de préstamos a estudiantes es un negocio suculento para las instituciones financieras que se convierte en una trampa mortal para los jóvenes en tiempos de crisis e incitó a los estudiantes a tener algo.

Un mes después, su nombre se convirtió en uno de los muchos implicados en la campaña Ocupa de la Deuda Estudiantil, creada por el grupo Education&Empowerment de los indignados estadounidenses y con el que aspira a reunir un millón de firmas de universitarios dispuestos a NO pagar su deuda hasta que se cumplan una serie de demandas concretas: desde devolverle la gratuidad a las universidades públicas a que se desvele la contabilidad de las privadas y la eliminación de los intereses en los créditos de estudiantes.

La propia secretaría de Educación, Arne Duncan, urgía hace semanas a los rectores para que “sean creativos” y piensen urgentemente “en fórmulas para reducir los costes y las deudas de los estudiantes”, y el presidente Obama incluso se reunía con algunos de ellos con el mismo objetivo.

Quienes no tienen suerte de ser el número uno en deportes o matemáticas de su instituto no puede ganar el premio de una beca de estudios.

La realidad es que el sistema educativo es brutalmente clasista.